EL matrimonio en Japón

Boda sintoísta
Boda sintoísta - Foto de: Marc Buehler

En Japón hay dos tipos de matrimonios: los celebrados bajo las formas de la religión Sintoísta y los de tipo occidental. Sin embargo, en los últimos años se está imponiendo el matrimonio al estilo occidental. Se ha puesto de moda porque tiene un significado de modernidad entre los jóvenes contrayentes. La ceremonia es mucho más atractiva y permite a la novia lucir el vestido blanco que fascina a las japonesas.

Un matrimonio de tipo occidental es más o menos similar a un matrimonio de ese tipo en cualquier otra parte del mundo. Pero es casi parecido, solo en las apariencias. La novia se viste de blanco, el novio de frac, se realiza la ceremonia nupcial y luego se celebra el enlace con una fiesta en los salones de un local. Pero hasta allí llegan los parecidos, en esencia toda la ceremonia se realiza bajo las costumbres japonesas.

En principio la ceremonia nupcial no se realiza en una capilla, no, sino en un local del hotel o un local de casamientos, que tiene el diseño de una capilla cristiana, con los principales ingredientes de una iglesia, vitrales, atril, órgano y bancas para los invitados decoradas con flores y un pasillo central llamado “el camino de la virgen” por donde la novia lucirá su vestido.  En algunos casos hay una ceremonia de casamiento. Pero la persona que celebra la ceremonia no es un sacerdote o pastor de alguna iglesia. Es un empleado del hotel y/o para darle más realce se contrata a un extranjero, es más “in”. En otros casos hay un rito de casamiento, entonces los novios dirigidos por un maestro de ceremonias, realizan el acto de la entrega de los anillos, hacen compromiso publico de amor y la escena que todos esperan, el beso de los novios.

Luego del rito del casamiento se pasa a un salón para celebrar el casamiento. Lujosamente decorado, de rosa, de azul, de verde y oro, según lo solicitado y los gustos. En la parte central y con vista a todos los invitados se sienta la pareja de novios. Cada invitado tiene separada una mesa con su nombre en el asiento respectivo. Y es que cada invitado ha recibido una invitación dos meses antes y ha aceptado la invitación. No es posible y es inadmisible que lleguen invitados de última hora, todo está preparado con la anticipación debida y las precauciones necesarias.

Cada invitado que ha aceptado unirse a la celebración tiene que llevar en un sobre especial y decorado para la ocasión una determinada cantidad de dinero, según el local, el lugar y varios indicadores que los japoneses conocen bien, se suele poner entre 10,000 a 30,000 yenes. El sobre debe de ser envuelto a su vez en un pañuelo apropiado y entregado a la entrada del salón de recepciones, generalmente con un mensaje de saludo a los contrayentes. Son pequeños detalles que son imprescindibles para la convivencia japonesa. En promedio el costo de un matrimonio en un hotel de Tokio oscila entre los 2 millones y medio a 3 millones y medio de yenes, incluye ceremonia, cena, fotos, vídeos y servicios.

Capilla sintoísta
Capilla sintoísta - Foto de: jpellgen
Luego viene una agenda muy apretada que incluye brindis, cortar la torta, las sesiones de fotos, palabras de los invitados más importantes, los amigos de la familia, el jefe del novio, compañeros de estudio, etc. En la parte central habrá una pantalla que trasmitirán vídeos y fotos de los contrayentes, con fondo musical adecuado y juego de luces. La fiesta por llamarla de algún modo tiene mucho de espectáculo multimedia. Y en algún momento la novia al agradecer a su padres o recordar su vida, derrama algunas lagrimas,  es también parte imprescindible de la ceremonia, las lagrimas de alegría y de nostalgia.

Para cada ocasión la novia y el novio se cambian de vestido dos o tres veces. Pasando desde el vestido de la ceremonia nupcial, al traje de fiesta formal, hasta un kimono japonés.  En las partes más importantes habrá fondo musical y luces especiales para resaltar los vestidos de la novia o el decorado. Una ceremonia de bodas japonesas según el escritor inglés Peter Tasker (“El Japón de Hoy”) “es puro Kabuki”, una representación escenográfica de las costumbres japonesas. Y la afición por las apariencias, porque en honor a la verdad la pareja que se está casando ya se ha casado semanas antes, por correo en la mayoría de los casos o con un sencillo trámite en la municipalidad, donde cada uno pone su sello de identificación, “inkan”, y acepta la alianza matrimonial. La ceremonia en el hotel es sólo para cumplir el rito social. Y al terminar la tarde llena de tantas alegrías y emociones, cuando se retira cada invitado recibe una bolsa con el logotipo del Hotel con un regalo de agradecimiento, algo muy japonés, devolver las atenciones.