El Daruma だ る ま, también conocido como Dharma, es esencialmente un muñeco de deseos. Viene con los ojos en blanco porque la costumbre es pintar una pupila cuando se pide un deseo, y luego cuando este se hace realidad, se añade la otra. Hasta que el deseo no se lleve a cabo, el daruma se coloca en un lugar alto de la casa, por lo general junto a otras pertenencias importantes, como el como Butsudan (santuario budista de la familia).

Darumas - Foto de: Pohan Chen
Son uno de los más populares talismanes de la suerte en Japón. Se venden en fiestas religiosas y ferias, este muñeco representa a Bodhidharma, monje de origen hindú, legendario fundador de la forma de budismo Zen. Al recibir un golpe en cualquiera de sus lados, el muñeco se desequilibra pero vuelve a su posición original, es decir, parado. Es por ello que es llamado okiagari koboshi, (muñeco que siempre está de pie), por lo que es un símbolo de perseverancia, flexibilidad y determinación. Un proverbio japonés está estrechamente asociado con el daruma: "Nana Korobi Yaoki" (cáete siete veces, levántate ocho).
Aunque la mayoría de los muñecos daruma son masculinos, en algunos lugares de Japón hay un daruma femenino llamado "ehime daruma" (princesa daruma).

Princesa Daruma
El legendario Bodhidharma fue un sabio hindú que vivió en algún momento del siglo V o VI. Él es el fundador indiscutible del Budismo Zen, y considerado como el introductor de este en China durante sus viajes por el reino medio (la filosofía del daruma llegó primero a China, donde floreció y fue llamado Budismo Chán. Siglos más tarde llegaría a Japón, donde sería llamado Budismo Zen). Existen innumerables leyendas acerca de este sabio. La más conocida dice que alcanzó la iluminación (satori), después de meditar en una cueva durante siete años (algunos dicen que nueve), sin parpadear o mover los ojos. Hay una leyenda que nos dice que Bodhidharma, al parecer, se quedó dormido durante la meditación y, en un arranque de ira, arrancó sus párpados que cayeron al suelo y germinaron como la primera planta de té verde de China. Durante estos años de meditación, sus brazos y piernas se atrofiaron por el desuso, quedando inutilizables, lo que explica la ausencia de brazos y piernas del muñeco.
El Budismo Zen llegó a Japón a principios del siglo XII. En el período Muromachi (1333-1573), aparece en Japón el daruma en la misma posición en la que el monje se sentó a meditar. La fabricación de este comenzó en Takasaki a finales del siglo XVII como una manera de ayudar a los agricultores que habían sufrido por la falta de recursos. La historia es que el templo de daruma instruía a los agricultores a hacer muñecos de papel maché como una manera de obtener ingresos adicionales.
En la mitad del periodo Edo (1603-1868), llegó al formato actual. Ya en ese tiempo existía en el corazón del pueblo japonés la sensación de protección del daruma para evitar todos los males existentes en las cosechas agrícolas, la caza y la pesca. Desde entonces, el daruma se utiliza como una manera de lograr nuestras metas y sueños.
Colores del Daruma
El color rojo, de acuerdo con las supersticiones, representaba la túnica de un sacerdote de alto nivel. Este color aleja el "mal de ojo" y la enfermedad.
Rojo: representa la buena suerte, la felicidad, el miedo, la ira y el sol.
Blanco: el blanco es el color de la pureza y está diseñado para las relaciones. A menudo se puede ver que se vende como conjunto un daruma rojo y blanco para promover la suerte, la felicidad y la longevidad como pareja. También representa los nuevos nacimientos, los buenos deseos, la armonía, la paz, la libertad, la bondad, la inocencia y la nieve.
Amarillo: representa la seguridad y protección.
Azul: el azul es para el trabajo, o la escuela. Está diseñado para ayudar a las personas a mejorar su entorno laboral o el estado de su empresa. También se utiliza para las personas que desean mejorar su educación. Representa la calma, la confianza, la tranquilidad, la honestidad.
Rosa: aunque no es tan popular, sirve para encontrar el amor. También representa el matrimonio y el parto.
Negro: Representa el miedo, la soledad, la tristeza, la desesperanza, la prepotencia y la desesperación. Está diseñado para prevenir desastres naturales, o cualquier otro mal. Por esta razón, el negro no sirve específicamente para ayudar a lograr algo, sino para evitarlo.
Dorado: representa la fama y la riqueza.
Plateado: sirve para ser capaz de cambiarte a ti mismo, es decir, representa la autorrealización.